Un gran temor de todos los inventores, y con razón, es que alguien plagie sus inventos.
¿Qué hacer?
¿Qué NO hacer?
¿Cuáles son los pasos a dar?
Hoy toca hablar de esto.
Y si te asusta el hecho de que copien tu idea, peor aún es que tu idea sea tan irrelevante que nadie quiera copiarla.
…
Es fuerte lo que acabo de escribir, pero créeme que hay un principio muy potente detrás.
De hecho, quiero darte un ejemplo muy clarificador, pero ese es un tema aparte del que te hablaré en un próximo correo (no te des de baja de esta lista).
Lo importante ahora es lo del plagio y la denuncia.
Generalmente se piensa que si alguien copia un invento patentado, la policía inmediatamente, en segundos, retira el producto y llevan a los delincuentes a Guantánamo y los rodean de cocodrilos asesinos (vale, sí, estoy exagerando).
Pero no es así, de hecho, no pueden actuar si no es por orden de un juez.
Entonces, ¿lo primero sería denunciar para que un juez autorice ciertas medidas?
Tampoco.
Si lo de los cocodrilos ni la denuncia no son viables, ¿qué hacer?
Escribir.
Sí, lo que has leído.
Escribir un burofax informando a la persona o empresa de que el producto que está vendiendo está protegido por una patente.
Se les da un plazo de unos días para que conteste confirmando que retira el producto del mercado o que está dispuesto a llegar a un acuerdo, y que si no lo hace, se procederá a tomar las medidas judiciales oportunas.
Este tipo de notificaciones las puedes enviar tú mismo, aunque como siempre, es muy recomendable que lo hagan profesionales que conocen muy bien la estructura de este tipo de comunicaciones.
Además, no suele ser lo mismo que un burofax sea enviado por un bufete de abogados que por un particular.
Por cierto, nuestro equipo jurídico está a tu disposición por si necesitas enviar un burofax o recibir asesoramiento profesional.
⠀
Marcos, del Departamento de Comunicación
⠀
Te ayudamos
Asesoramiento honesto y transparente sobre cómo proteger y rentabilizar tu idea.