Somos tontos

Ja, ja, ja.
Esto no me lo esperaba.
Os lo tengo que contar.
Cada día nos pasan cosas, pero esta nos hizo muchísima gracia.

Te pongo en contexto: suena el teléfono, pasamos la llamada al director de la agencia para que el inventor hable directamente con él.
El inventor empieza diciendo que es un gran inventor y que hará historia. Que el mundo cambiará con sus ideas.
Hasta aquí, todo más o menos normal. De vez en cuando nos dicen cosas así.
Luego continuó hablando sin parar de cuán brillante es él y sus proyectos, momento en el que el jefe le explicó los pasos a seguir y los costes.
El inventor le dijo: “No me estás entendiendo, esto revolucionará el mundo”.
Nada nuevo bajo el sol. Él no estaba interesado en saber los costes porque, aparentemente, consideraba que sus ideas eran tan potentes que la agencia debería patentárselas gratis (y que el mundo le debía algo).

Y aquí viene lo verdaderamente bueno.
El jefe le volvió a explicar los pasos y los costes y el inventor lanzó la bomba:
“Es comprensible que no me entiendas. Si yo tengo un coeficiente intelectual de 130 y tú de 60… es que no me puedes entender”.
Sí, tal cual. Lo llamó tonto, directamente.
¡Qué risas ese día! 😆

Lecciones

1. Las agencias no somos inversores. Si buscas inversores, no contactes con una agencia de patentes.
2. Las agencias no trabajamos gratis, no importa lo súper-híper-mega-espectacular que sea la idea.
3. Y, por último, si una persona que no llega a fin de mes llama “tonto” a alguien que ha montado varios negocios exitosos que generan miles de euros, habría que preguntarse quién de los dos entiende mejor cómo funciona esto de las patentes y los negocios.

Así que, si quieres asesoramiento sobre cómo trabajar con tu invención, puedes contactarnos… o no.
Total, después de veinte años trabajando con patentes y asesorando a cientos de particulares y empresas, igual no nos enteramos de nada y tenemos un bajo coeficiente intelectual.
¿Quién sabe? 🙄

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Marcos, del departamento de comunicación

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